NUESTRO BAR. DONDE COMIENZA LA HISTORIA

Nuestro teatro no solo se viene a ver una función. Se viene a brindar, a conversar, a descubrir, a esperar a alguien especial, a comentar "¿pero tú has visto eso?" con una copa en la mano. Nuestro bar es ese pequeño refugio donde las historias cogen carrerilla antes de entrar al show y donde uno se relaja para comentarlo después.

Tengas entrada o no, aquí siempre eres bienvenido.

Porque sí: puedes venir solo a tomar algo. Nuestra carta está pensada para acompañarte en cualquier momento del día: desde una kombucha que te baja pulsaciones después del trabajo, hasta un vino que sabe a final de acto o una fritz-kola perfecta para arrancar la noche con energía de estreno. Refrescos, zumos, cafés, un Aperol bien frío, cerveza artesanal llegada directamente de Carabanchel, nuestro Nordés "estilo Escalera"… Igual que en nuestro teatro, aquí hay una opción para cada gusto y para cada historia que estés a punto de vivir.

Y si vienes a ver un espectáculo, mejor aún: la experiencia se vuelve completa cuando se vive con una cervecita entre manos. No es lo mismo una impro sin burbujas, un microteatro sin un trago para comentar después o un drama sin un sorbo de tregua. Todo entra mejor con algo rico al lado. Garantizado.

Para el público infantil —y también para los adultos que lo confiesan bajito— tenemos un clásico que huele a cine y sabe a fiesta: palomitas recién hechas. En los shows familiares, de cortos o improvisación, son casi una tradición. Crujientes, calentitas y perfectas para que la primera sonrisa llegue incluso antes de que empiece la función.

Así que, vengas por una obra, por un brindis, por charlar un rato o para descubrir qué pasa aquí dentro… pasa, ¡eres bienvenido!

Si La Escalera de Jacob es un teatro, su bar es el latido.